jueves, 17 de julio de 2003

Expo Science International - Moscou 2003 (V)

Nuevo día de presentaciones en la ESI. Como ya dije en una de las crónicas anteriores, Alba siguió explicando su trabajo sin ninguna presentación audiovisual, pero esto no bajó, ni mucho menos, su calidad.

Hoy hemos tenido dos actividades a comentar: la visita al Instituto Cervantes y la asistencia a una conferencia en uno de los edificios de la Universidad de Moscú.

Por lo que respecta a la primera, fuimos a media mañana con el metro a una recibida, por parte del director del Instituto Cervantes, en esta sede cultural. Fue uno de los momentos para disfrutar de algunas de las magníficas estaciones que hay en la capital rusa y que parecen verdaderos palacios. El metro era grandioso, aunque un poco incómodo, ya que los asientos eran de madera. Parecía más un tren que no un metro, según la concepción más occidental.

Una vez llegados allí, nos tenían preparado un refrigerio bastante interesante ya que la comida que habíamos tenido durante estos días era bastante uniforme, del estilo que lo tuvimos en Bratislava, y añoraba algo más propia. Antes de ponernos en marcha con el tema gastronómico, su director hizo un corto discurso de bienvenida, y en el que recibió un obsequio de la delegación. Seguidamente, se hizo la cata y ya todo el mundo empezó a hablar entre ellos. No faltó la foto de grupo. Al cabo de unas dos horas, finalizamos la visita.


Un momento de la recepciónCon el directorLa foto de grupo


Cartel del congreso
Posteriormente, hacia las 19 h, todas las delegaciones asistimos en bus a uno de los edificios de la Universidad de Moscú, un edificio magnífico, donde se hizo la conferencia titulada "Youth, Science, Society" enn el marco de la ESI y del International Youth Scientific Congress, y auspiciada por la UNESCO. Nos recibió un cuarteto de música clásica que hacía un pequeño concierto en el hall del edificio. El auditorio era magnífico.

Se combinaron los parlamentos con la música, empezando por la conferencia propiamente dicha y que fue desarrollada por una serie de personalidades del mundo de la cultura, tanto del país como extranjeros. Siguió una pequeña fiesta folclórica titulada "Rusia acoge sus invitados". Finalmente, todo el mundo acabó bailando al son de la música. Realmente, valió la pena.


Entrada al hallAntes de la conferenciaBaile final